El diario fue descubierto por Tony Devereux, quien se lo entregó a Miker Barret. Éste al principio se negó a tal libro, pero tras leerlo llegó a la conclusión de que el autor era un tal James T. Maybrick, (aunque no tenía segundo nombre) un hombre adicto al arsénico y a la estricnina.
El 22 de abril de 1993 estalla en la prensa local de Liverpool la noticia de que ha aparecido el diario de Jack el Destripador, el cual está firmado por James Maybrick, un comerciante de algodón que murió el 11 de mayo de 1889. Murió envenenado por arsénico. Su esposa, Florence.
El libro en sí, era una encuadernación en piel de 20x25 cm aproximadamente, sin fechas ni material impreso en su interior. Parecía estar escrito en un álbum de recortes de un formato mucho mayor, hechos con un papel grueso y absorbente. Le habían arrancado algunas páginas del interior, las 48 primeras, tan sólo le quedaban 63 y en el lomo se veía adherida una sustancia parecida al hollín. El diario parecía comenzar a mitad de oración. La escritura era difícil de leer.
Fue llevado el 20 de Agosto de 1993 para examinar la tinta y el papel, pensaron que el diario estaba escrito a una fecha más reciente que 1880. Llamó la atención la uniformidad de la escritura y la tinta, la cual no tenía hierro, un ingrediente fundamental – y era sumamente insólita en un diario – recordó a los cuadernos de Hitler.
En el examen ultravioleta se revela que en la primera página – ahora desprendida se había montado piezas rectangulares, probablemente postales (se aprecia el contorno de sus imágenes). También reveló que no había desprendimiento de tinta.
El 22 de abril de 1993 estalla en la prensa local de Liverpool la noticia de que ha aparecido el diario de Jack el Destripador, el cual está firmado por James Maybrick, un comerciante de algodón que murió el 11 de mayo de 1889. Murió envenenado por arsénico. Su esposa, Florence.
El libro en sí, era una encuadernación en piel de 20x25 cm aproximadamente, sin fechas ni material impreso en su interior. Parecía estar escrito en un álbum de recortes de un formato mucho mayor, hechos con un papel grueso y absorbente. Le habían arrancado algunas páginas del interior, las 48 primeras, tan sólo le quedaban 63 y en el lomo se veía adherida una sustancia parecida al hollín. El diario parecía comenzar a mitad de oración. La escritura era difícil de leer.
Fue llevado el 20 de Agosto de 1993 para examinar la tinta y el papel, pensaron que el diario estaba escrito a una fecha más reciente que 1880. Llamó la atención la uniformidad de la escritura y la tinta, la cual no tenía hierro, un ingrediente fundamental – y era sumamente insólita en un diario – recordó a los cuadernos de Hitler.
En el examen ultravioleta se revela que en la primera página – ahora desprendida se había montado piezas rectangulares, probablemente postales (se aprecia el contorno de sus imágenes). También reveló que no había desprendimiento de tinta.
